Mientras el mundo se enfrenta a la crisis climática y a la pérdida de biodiversidad, es hora de actuar con valentía y decisión. El sector privado desempeña un papel crucial en el fomento de la sostenibilidad, no sólo dentro de sus propias operaciones, sino también mediante el apoyo a iniciativas de silvicultura responsable. En nuestra serie de blogs "Unidos en la lucha forestal", este es el primero de tres artículos que analizan la importancia de los bosques en nuestros esfuerzos colectivos contra la crisis climática y la pérdida de biodiversidad.
La crisis climática y la pérdida de biodiversidad son crisis entrelazadas que exigen atención urgente. El aumento de la temperatura significa algo más que una cifra: es la línea que separa los retos manejables de la catástrofe. Aunque podemos mitigar algunos efectos a distintas temperaturas, cruzar el umbral de 1,5 °C significa un punto de inflexión que ya estamos empezando a experimentar. Sin embargo, no se trata de ser pesimistas, sino de reconocer el poder que tenemos para lograr un cambio positivo. El camino hacia un futuro sostenible está al alcance de la mano, y el sector privado desempeña un papel importante.
No perdamos el foco de atención
La presión sobre las empresas para que actúen se ha intensificado y la urgencia nos obliga a ofrecer resultados más significativos y sostenidos. El sector privado, en el punto de mira de las expectativas de la sociedad, debe emprender acciones transformadoras basadas en la ciencia.
Cada vez son más las empresas que se suman a la lucha contra la crisis climática y la pérdida de biodiversidad. El año pasado aumentaron en un 80% las empresas que se comprometieron a alcanzar objetivos climáticos ambiciosos ([1] ), de las cuales unas 2.400 ([2] ) se adhirieron a la Iniciativa de Objetivos Científicos (SBTi). Pero la presión para que las empresas actúen no procede de una sola fuente. En las grandes empresas, el 70%[3] de los directores financieros sienten la presión de los clientes, mientras que las empresas más pequeñas lidian con problemas normativos. Los empleados, los inversores y la sociedad civil también piden que se actúe. Esto refleja la creciente concienciación sobre el impacto del cambio climático, y no se trata sólo de una obligación empresarial, sino también de seguir siendo competitivos en el mercado.
Las previsiones actuales muestran un aumento aproximado del 10% de las emisiones en[4] de aquí a 2030, lo que amenaza los hábitats naturales y la extinción masiva de especies. También es crucial reconocer que la pérdida de biodiversidad no es consecuencia únicamente de la crisis climática, sino también de la destrucción de hábitats y de prácticas insostenibles.
Los bosques: no sólo héroes del clima, sino también puntos calientes de biodiversidad.
La pérdida de biodiversidad y la crisis climática son dos caras de la misma moneda. Tradicionalmente, los esfuerzos para hacer frente a estos problemas se han abordado como algo separado y distinto. Pero los retos están relacionados, al igual que las soluciones. Para entender la evolución del panorama de la acción climática, es crucial definir qué implica una acción climática eficaz: atenerse a la jerarquía de mitigación y reducir las emisiones dentro de la cadena de valor y, posteriormente, promover reducciones y eliminaciones más allá de ella. En este contexto, el SBTi sirve de marco estructurado para orientar a las empresas.
El marco de mitigación del SBTi hace hincapié en que las empresas deben dar prioridad a la prevención y reducción de emisiones dentro de su cadena de valor antes de considerar opciones como la compensación de carbono. Sin embargo, la apremiante necesidad mundial de alcanzar el cero neto para 2050 ha llevado a pedir a las empresas que den un paso adicional, denominado "Mitigación más allá de la cadena de valor" (BVCM, por sus siglas en inglés). La BVCM anima a las empresas a explorar oportunidades fuera de su cadena de valor para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero o mejorar los esfuerzos de secuestro de carbono.
Este enfoque ampliado abarca actividades como el apoyo a la silvicultura sostenible. Los bosques desempeñan un papel crucial en la lucha contra la crisis climática al capturar y almacenar dióxido de carbono. En los bosques con certificación FSC, la capacidad de almacenamiento de carbono aumenta un 17% a lo largo de un ciclo de gestión. Evitando la deforestación y el impacto en las turberas, la reforestación y el secuestro del suelo en la agricultura, pueden reducirse cerca de 7 gigatoneladas de emisiones de CO2 al año para finales de esta década[5] .
Los bosques no son sólo héroes climáticos; también son focos de biodiversidad. Estos ecosistemas albergan una gran variedad de especies[6] , entre ellas el 80% de los anfibios del mundo, el 75% de nuestras aves y el 68% de nuestros mamíferos. Además, aproximadamente el 60% de las especies de plantas vasculares prosperan en los bosques tropicales. Proteger esta biodiversidad es fundamental, ya que cada faceta de la fauna y la flora de estos paisajes contribuye a la salud de los bosques y a su resistencia en la batalla contra la crisis climática.
[1] [2] We Mean Business (2022). We Mean Business Coalition Annual Report 2022 https://www.wemeanbusinesscoalition.org/wp-content/uploads/2023/07/WMBC-Annual-Report-2022.pdf (accessed 31 July 2023).
[3] Deloitte (2019). Feeling the heat? https://www2.deloitte.com/us/en/insights/topics/strategy/impact-and-opportunities-of-climate-change-on-business.html (accessed 25 July 2023).
[4] United Nations Climate Action (nd) For a liveable climate: Net-zero commitments must be backed by credible action. https://www.un.org/en/climatechange/net-zero-coalition (accessed 25 July 2023).
[5] McKinsey (2021) Why investing in nature is key to climate mitigation. Natural climate solutions are key to mitigation | McKinsey (accessed 28 September 2023).
[6] Food and Agriculture Organization of the United Nations (2022). The State of the World’s Forests 2022 https://www.fao.org/documents/card/en/c/cb9360en (accessed 31 July 2023).