Día Internacional de los Bosques, 21 de marzo

Logo Naciones UnidasEl Día internacional de los bosques fue establecido por Asamblea General de las Naciones Unidas el 21 de marzo y en este año 2022 su lema es bosques, consumo y producción sostenible, con objeto de hacer un llamamiento a la utilización de madera y recursos forestales respetuosos con el medio ambiente, procedente de bosques gestionados de forma sostenible.

La oferta y disponibilidad de productos de origen forestal sostenibles en España, madera, papel, cartón, fibras celulósicas de uso textil, tapones de corcho, carbón vegetal, biomasa, y otros productos no maderables como la resina o el caucho, depende directamente de la capacidad de producción sostenible de nuestros bosques; y de una adecuada identificación de los productos de origen forestal como responsables.

“Para poder garantizar a empresas de la industria forestal de un lado, y a consumidores por otro, que los materiales y productos de origen forestal que se adquieren provienen de bosques gestionados de forma responsable, es necesario implantar e impulsar sistemas de certificación y verificación, que generen un adecuado marco de credibilidad en el mercado y en la sociedad, desde los bosques de origen, pasando por toda la cadena de suministro y producción hasta llegar al consumidor, a través de sellos de garantía sostenible que permitan demostrar de forma veraz y rigurosa la procedencia sostenible .” comenta Gonzalo Anguita, director ejecutivo de FSC España.  

El reto de la producción sostenible y la conservación, en manos de pequeños propietarios forestales

Según últimos datos facilitados por la Subdirección General de Política Forestal y Lucha contra la desertificación perteneciente a la Dirección General de la Biodiversidad, Bosques y desertificación relativos al año 2019, los bosques gestionados de forma sostenible en España ascienden a 5,5 millones de hectáreas forestales ordenadas o sujetos a proyectos de ordenación, que se corresponden con el 20% de la superficie forestal total. El 44% de la superficie pública está ordenada y en la propiedad privada, el porcentaje es del 11% (más de dos millones de hectáreas forestales).

Según datos de la misma fuente Anuario de Estadísticas Forestal 2019, la superficie arbolada en España está distribuida, un 6,1% (Estado y CCAA), un 22,2% (Entidades locales), un 2,3% (Vecinales en Mano Común) y un 69.4% (Propiedad privada).

La ordenación y los instrumentos de planificación forestal en España permiten a los propietarios y gestores planificar y programar adecuadamente los trabajos a realizar en sus montes, para que se pueda obtener una rentabilidad de los bosques a la vez que garantizan su regeneración y conservación. La certificación forestal FSC es una herramienta de acreditación adicional y voluntaria, que además de sujetar la certificación al cumplimiento de estrictos requisitos medio ambientales y sociales más amplios, representa un instrumento económico de apoyo a los propietarios forestales para dar mayor rentabilidad a sus productos forestales, pues les permite identificarlos en el mercado de forma rigurosa, como sostenibles.

Alrededor del 70% del área certificada FSC en España, un total de 447 mil hectáreas y 33 titulares, se corresponde con pequeñas propiedades y de baja intensidad de gestión, de los cuales alrededor del 10% son MCMC o Montes Comunitarios en Mano Común. Del conjunto total de titulares de certificación forestal, el 80% son certificados grupales, lo que permite reducir los costes de la certificación, implantar planes de gestión por gestores profesionales; y aumentar la competitividad de sus productos forestales en el mercado, sirviendo de palanca económica para el desarrollo rural.  España es uno de los países de Europa con más certificados FSC de gestión forestal grupales.

“La rentabilidad de la gestión forestal y la obtención de incentivos económicos para sus propietarios forestales, en España mayoritariamente en manos privadas con un elevado porcentaje de pequeños propietarios, son la base para la conservación de los bosques y la no reconversión a otros usos que pudiesen generar mayores beneficios. De ahí la necesidad de apoyar la gestión forestal y a las comunidades locales que dependen de los bosques, dotando a este colectivo de herramientas que potencien el desarrollo rural y local; y les permita aumentar su competitividad en el mercado, aumentando los beneficios que obtienen de sus montes. El estándar FSC que establece el marco para la gestión forestal de entidades grupales ha supuesto un impulso al desarrollo rural y a la conservación de bosques y su biodiversidad”, señala Gonzalo Anguita, director ejecutivo de FSC España.

Corcho

Herramientas de apoyo a los pequeños propietarios forestales

Los bosques de baja intensidad de gestión se encuentran principalmente en el centro y sur del país. Suelen ser grandes bosques (bosque típico mediterráneo), compuestos por encinas y alcornoques. Bosques, por lo general, con baja rentabilidad y con gran importancia en la conservación de los servicios ecosistémicos; y en producciones forestales no maderables, como el corcho, frutos, miel, plantas aromáticas, entre otros.

Uno de los principales objetivos de FSC España en los últimos dos años ha sido ampliar el alcance de la certificación para crear nuevos mercados que aumenten la rentabilidad de los pequeños propietarios. El último estándar de gestión forestal FSC de 2020 ha incluido en su alcance los productos no maderables, como el corcho, resina, caza, ganadería en extensivo, plantas aromáticas, miel y frutos, entre otros;  y los servicios de los ecosistemas, permitiendo a los propietarios forestales demostrar, mediante datos verificables y contrastables, que su gestión forestal tiene un impacto positivo en la conservación de la biodiversidad, el suelo, las cuencas hidrográficas, el almacenamiento de carbono y los servicios recreativos.

“Ambas herramientas de apoyo a los propietarios suponen por un lado generar nuevas oportunidades de mercado, revalorizando estos productos forestales no maderables para que puedan ser comercializados como sostenibles; y por otro, facilitarles el pago por servicios del ecosistema, creando un nuevo mercado de conservación donde las empresas pueden invertir y apoyar la gestión forestal sostenible. El objetivo prioritario de FSC España es promover una gestión forestal responsable en España, a la vez que se genera valor económico para los propietarios forestales, de quienes depende la conservación de nuestros bosques”, asegura Gonzalo Anguita, director ejecutivo de FSC España.

Campo y bosques

¿Cómo evaluar la producción sostenible?

La certificación forestal FSC, además de estar sujeta al cumplimiento de las leyes nacionales e internacionales, se basa en el cumplimiento de 10 Principios de Gestión Forestal, 63 criterios y 204 Indicadores recogidos en el Estándar nacional de Gestión Forestal, que verifican cuestiones clave que abarcan:  condiciones de empleo y derechos de los trabajadores;    la inclusión de los intereses locales y el desarrollo rural para promover el bienestar social y económico; y  la identificación, evaluación, monitorización  y mitigación de impactos medio ambientales derivadas de la actividad forestal, que reduzcan además los potenciales impactos negativos de los desastres naturales.

Además exige a los propietarios la implantación de planes de gestión forestal transparentes donde, entre otros requerimientos, se demuestre su compromiso con la viabilidad económica a largo plazo, se garantice la regeneración de las cubiertas o masas forestales tras los aprovechamientos mediante especies autóctonas que estén ecológicamente bien adaptadas a la estación, se minimicen el uso de fertilizantes, no se utilicen pesticidas químicos, se protejan los recursos hídricos y los suelos y se prevenga, mitigue y/o repare cualquier perturbación y daño a las especies, hábitats y ecosistemas raros y amenazados, así como los valores paisajísticos.

En cuanto a las superficies dedicadas exclusivamente a la conservación, se establece que estás deben suponer un mínimo de un 10% de la superficie forestal gestionada.

Estos 10 principios, 63 Criterios y 204 indicadores están recogidos en el Estándar Nacional de Gestión Forestal, cuya última versión es del 2020, y constituye un documento participativo creado por el Comité de Estándares de FSC España, sometido a diversos procesos consultivos, donde han participado los principales actores del sector forestal con objeto de adaptar el marco de FSC internacional a la realidad forestal española.