Can Tanca, una vivienda unifamiliar del Grupo Terravita en Sant Joan de Labritja (Ibiza), va camino de convertirse en referente mundial en edificación sostenible. Ideado como un proyecto pionero en sostenibilidad, desde su concepción ha perseguido el objetivo de aunar el máximo ahorro energético y el menor impacto medioambiental, con un elevado nivel de confort interior y un estilo acorde a la arquitectura tradicional ibicenca. Toda la estructura en madera ha sido realizada por la empresa House Habitat con madera certificada FSC.

“En House Habitat hemos contribuido a hacer realidad esta vivienda pionera a escala internacional”, explica Pere Linares, gerente de la empresa catalana, al boletín informativo de Madera Sostenible. “En concreto hemos realizado la estructura, en entramado ligero de madera, el sellado de paredes exteriores y cubierta, la colocación de todo el aislamiento (fibra de madera) y el montaje de la fibra de madera como base para el acabado exterior”. Todo ello con madera certificada FSC proveniente de Austria, confirma Linares.

Cuando afronta la fase final de su construcción, la casa está en proceso de conseguir los certificados internacionales Passivhaus y BREEAM, el primero de eficiencia energética y el segundo de sostenibilidad, en sus más altas categorías, por lo que puede convertirse en el único edificio en el mundo Passivhaus Premium y BREEAM Excepcional.

Según explica en su blog el Grupo Terravita, el certificado Passivhaus Premium acredita el escaso aporte de energía que necesita un edificio para tener una temperatura confortable durante todo el año, así como su elevada capacidad para generar energía renovable, en mayor cantidad de la que consume. Se estima que la casa de Can Tanca reduce en un 80% las necesidades de climatización respecto a otra de características similares, con el añadido de que esa baja demanda se cubre con la energía solar instalada.

De acuerdo con una directiva europea (2010/31/UE) para el fomento de la eficiencia energética, los nuevos edificios deberán tener consumo de energía casi nulo a partir de 2020, dos años antes en el caso de los públicos. La vivienda de Terravita se anticipa así a la normativa que hará obligatoria este tipo de construcción en los próximos años para combatir el cambio climático.

Por su parte, el certificado BREEAM acredita que se trata de un edificio sostenible, no solo en la fase de construcción sino a lo largo de toda su vida útil. Este estándar evalúa los impactos en 10 áreas (gestión, salud y bienestar, energía, transporte, agua, materiales, residuos, uso ecológico del suelo, contaminación e innovación). La categoría Excepcional es la más alta que concede el sello de origen británico en función de los resultados obtenidos.