El 22 de mayo la ONU celebra el Día internacional de la Biodiversidad y este año 2023 su lema es “Del acuerdo a la acción: reconstruir la biodiversidad”.

El pasado diciembre de 2022 se firmó un pacto mundial histórico en el marco Mundial Kumming-Montreal de la Diversidad Biológica. Este acuerdo firmado consiste en un documento que marca metas y medidas concretas para detener y revertir la pérdida de la naturaleza de aquí a 2050. Este año 2023, la ONU nos recuerda que es hora de pasar a la acción.

En menos de 50 años, tal y como nos indica el último Informe Planeta elaborado por WWF, hemos perdido el 68% de las poblaciones de peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos del planeta. Y cada año perdemos 10 millones de hectáreas de bosques en el mundo.

¿Qué es la biodiversidad?

De forma sencilla, la biodiversidad es la diversidad de vida, la variedad de seres vivos que existen en el planeta y las relaciones que establecen entre sí y con el medio que los rodea.

Cuando hablamos de biodiversidad, nos referimos a todas las especies vegetales y animales y microorganismos, las variedades de ecosistemas (forestal, montañoso, desértico, de agua dulce, de agua salada…),   entendidos como conjunto de especies y organismos que habitan en un mismo hábitat o biotopo y sus relaciones de interdependencia mediante procesos como la depredación, el parasitismo, la competencia y la simbiosis, y con su entorno al desintegrarse y volver a ser parte del ciclo de energía y de nutrientes, por lo que la biodiversidad también es la materia y elementos que forman parte de su entorno.

Información de interés en cifras:

España es uno de los países con más biodiversidad de Europa. España cuenta con 85.000 especies de fauna y flora, que representan el 54% de las especies animales europeas y el 5% de las especies a nivel mundial. Somos el país europeo con más diversidad de mamíferos y reptiles.

Los ecosistemas forestales ocupan un 30% del planeta y albergan el 80% de todas las especies terrestres de animales, plantas e insectos.

Los bosques del mundo contienen más de 80.000 especies arbóreas, 50.000 de ellos habitan en bosques tropicales. En España, se estima que nuestros bosques tienen alrededor de 182 especies arbóreas. Las más predominantes son la encina, que ocupa el 20% de nuestra superficie arbolada, en segundo lugar, tenemos el pino albar, que ocupa un 11% y en tercer lugar se encuentra el pino carrasco, ocupando un 9,8% de la zona arbolada.

Nuestro bosque mediterráneo

Según un estudio de la FAO sobre el estado de los bosques mediterráneos, realizado entre 27 países de la cuenca mediterránea, España lidera el ranking de países con mayor número de especies de fauna y flora en extinción, con un 26%, seguido de Italia con un 24% y de Grecia con un 21%.

La degradación y la pérdida de suelo, el cambio climático y sus efectos sobre el régimen de lluvias provocando los largos periodos de seguía, un incremento de temperaturas, de plagas y enfermedades y los incendios, ponen en peligro año tras año la supervivencia de los ecosistemas forestales, su biodiversidad biológica, incluidos los servicios de los ecosistemas o ambientales que prestan como el agua, el suelo y la captación de CO2, esenciales para la vida humana. Los bosques mediterráneos son los más vulnerables a los efectos del cambio climático.

Conservación de la biodiversidad en FSC, por principios

La gestión forestal ambientalmente apropiada garantiza que todas las actuaciones comprendidas desde la planificación hasta después del aprovechamiento de los productos forestales contribuyan a mantener la biodiversidad, la productividad y los procesos ecológicos de los bosques. Uno de los objetivos prioritarios de FSC España es promover la sostenibilidad en el uso de los recursos y beneficios de los espacios y masas forestales, así como la conservación de su biodiversidad.

Todos nuestros titulares de Certificados FSC de Gestión Forestal están obligados a:

  • Identificar los servicios ecosistémicos y valores ambientales, evaluar el impacto de su actividad forestal sobre ellos para determinar las medidas necesarias para su conservación y deberán monitorizar los posibles impactos negativos de su actividad y mitigarlos.
  • Proteger las especies raras y amenazadas y sus hábitats a través de zonas de conservación, áreas de protección y de conectividad para asegurar su supervivencia.
  • Mantener de forma efectiva la existencia continua de especies y genotipos nativos que se den de forma natural e impedir pérdidas de diversidad biológica.

Además, con el fin de dar mayor alcance a nuestra misión, FSC desarrolló un conjunto de medidas e indicadores para proteger lo que llamamos AVC o Altos Valores de Conservación.

De manera que en los bosques certificados FSC los propietarios y administradores están obligados a identificar todos los AVC existentes en la unidad de gestión, evaluar y registrar su estado de conservación, implementar estrategias y acciones para su mantenimiento y mejora con carácter preventivo; y monitorizar de forma periódica para evaluar su estado y adaptar su actividad forestal para garantizar su protección de forma efectiva.

Estos AVC son: la diversidad de especies, los ecosistemas a nivel paisaje, ecosistemas y hábitats raros, amenazados o en peligro, servicios de los ecosistemas básicos en situaciones críticas, áreas y recursos que satisfagan las necesidades de las comunidades locales y áreas con interés cultural, arqueológico, histórico y espiritual.